lunes, 10 de abril de 2017

Recordaré tu nombre


Título original: Kimi no na wa (Your name)
Año: 2016
Duración: 106 min.
País: Japón
Director: Makoto Shinkai
Guión: Makoto Shinkai

Sinopsis: Taki y Mitsuha descubren un día que durante el sueño sus cuerpos se intercambian, y comienzan a comunicarse por medio de notas. A medida que consiguen superar torpemente un reto tras otro, se va creando entre los dos un vínculo que poco a poco se convierte en algo más romántico.

El pasado viernes día 7 se estrenó en España la que se ha convertido en la película de anime más taquillera de la historia. Servidor ya había tenido el placer de verla el año pasado, pero el deseo de verla en la gran pantalla para poder analizarla debidamente hizo que no dudase en ir a verla una segunda vez. Y eso que aquellos que me conocen saben que las películas de anime nunca me han llamado especialmente la atención, hasta el punto de que la mayoría me han desagradado, incluidas películas del prestigioso Studio Ghibli.

Para aquel que no ha visto la película el pensar en el dato de taquilla puede convertirse en un arma de doble filo. Crear expectativas de más puede en parte arruinar la experiencia de cualquier película, en especial si se diese el caso de que por algún motivo uno no termina de conectar con ella. Os animo a ir simplemente con la idea de pasar un buen rato, y de seguro que lo lograreis. Vamos entonces con la crítica libre de spoilers

Argumento: Podemos encontrar dos mitades claramente diferenciadas en la película, bien conexas entre sí y mostrándose a forma de rompecabezas que va cobrando sentido poco a poco. 

La primera parte aparece ante nosotros como una introducción donde vamos conociendo a Taki y Mitsuha, sus vidas, sus preocupaciones, mediante secuencias rápidas de su día a día. El argumento discurre como el típico anime slice of life con tintes cómicos que nos hará pensar que más allá del extraño factor de los sueños nos encontramos ante una clásica comedia romántica japonesa. Para nada.

La segunda mitad llega entonces con un fantástico giro argumental que deja a más de uno clavado al asiento. Es en esta parte donde se aborda la faceta mística de la película. El cariño que se coge a los protagonistas durante la primera mitad te invita a querer descubrir que les ocurre a continuación, como se resuelve esta historia. Y la verdad, no puedo comentaros más de esta parte sin caer en spoilers que arruinen vuestra visión de esta mitad y su desenlace.

Personajes: En mi humilde opinión aquí es donde más pueda flojear la película. De los protagonistas no tengo queja alguna. Resultan creíbles, se ven humanos y se les ve implicados en la relación que crean entre ellos y los sentimientos que se profesan. Se nota su alegría, su tristeza, su angustia.

El problema lo encuentro en los personajes secundarios. Figuras que lucen prácticamente testimoniales ante situaciones en las que ellos llevan su parte porque no todo lo pueden hacer los protagonistas. Son clichés y para nada destacables.
Caso aparte merece para mí el papel de Hitoha Miyamizu, abuela de Mitsuha, que a pesar de sus breves apariciones sirve de manera ejemplar como recurso de conexión entre el apartado mundano y místico de la primera y la segunda parte de la película.

Animación: Sin duda el mayor punto fuerte de la película. La palabra para definirla es espectacular. En especial hablamos de los planos de los paisajes naturales, del cielo nocturno, del cometa. Unas secuencias con un diseño artístico que destacan sobre todo lo demás y capaces de erizar la piel de un servidor. Una imagen vale más que mil palabras.

Banda sonora: Los componentes de RADWIMPS han estado bastante acertados a la hora de crear unas melodías y canciones que encajan de forma natural con las situaciones que se presentan, en especial durante las fases más melancólicas con un gran uso de violines y piano, sabiendo transmitir correctamente el mensaje mediante el audio.

Ya que hablamos de lo sonoro debería incidir en el doblaje también. He podido ver la película en versión original y doblada y debo decir que nos encontramos con un doblaje muy a la altura de lo que se pedía. Es posible que la voz de Taki haya momentos en los que pueda quedarse un poco corta ante la circunstancia, pero aparte de eso, no existe la más mínima queja.

Conclusión: ¿Podemos decir que es la mejor película de anime de la historia? No estoy ni por asomo capacitado para decir algo así. Puedo decir que Kimi no nawa es una de las mejores películas de anime que he visto nunca y una de mis favoritas, por encima de cualquier obra de Miyazaki. Una imprescindible de ver que ya se ha erigido como la más taquillera, el tiempo  será quien dirá qué lugar ocupa en el podio de las mejores.

Y por último, un detalle importante, que sea de anime no significa que sea para críos pequeños. Padres del mundo, no los llevéis a ver esta película por eso. Fue realmente insufrible estar rodeado de niños pequeños que al no comprender que pasaba se dedicaban a molestar.
Nota: 9/10

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